¡Hola, buenas noches! 😃
Las circunstancias derivadas del confinamiento favorecen que todos en mayor o menor medida caigamos en ciertas actitudes relacionadas con los hábitos alimenticios. Y, sin duda, a la cabeza del ranking se encuentra la de picotear entre horas, generalmente en su versión menos sana y engordante.
▶️ 🏠 CONFINADOS Y SIN PICOTEAR: ES POSIBLE 🥐 ◀️
• 🥺 Esta tendencia tiene su explicación. Estamos viviendo una situación en la que los cambios emocionales son constantes y en este contexto es normal que surja la apetencia de picotear alimentos insanos para paliar estas emociones y buscar, a través de ellos, una sensación de calma y placer.
• 😁 Las “culpables” de este esta íntima relación ánimo-picoteo son las conocidas como hormonas de la felicidad, la serotonina y la dopamina, cuyos niveles aumentan a través de la alimentación, generando así una sensación de bienestar emocional. Esta sensación de placer es momentánea, tras lo cual, necesitamos volver a ingerir este tipo de alimentos o sucumbir a la culpa y malestar por haber picoteado.
• ⚖️ La ingesta de este tipo de alimentos tiene otros efectos secundarios: el aumento de peso, la retención de líquidos (debido al menor movimiento, aumento de la ingesta de sal...), pérdida de músculo al no mantenerse activo...
👉🏼 Entre las estrategias para no sucumbir se encuentran: ser consciente de que no se trata de hambre "real", sino que tiene que ver con la ansiedad derivada de la situación. También puedes colocar un cartel en la nevera: "¿Tienes hambre de verdad o solo estás aburrido?". Otra manera de evitar las tentaciones es no comprarlas, directamente. 👈🏼
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